jueves, 15 de enero de 2015

La Libertad de Expresión y la Seguridad en Europa


La Libertad de Expresión y la Seguridad en Europa


La primera sesión del Parlamento Europeo en Estrasburgo no ha tenido como tema principal el que se preveía en diciembre (el programa de inversión de Juncker). Los actos terroristas ocurridos la semana pasada en Francia han marcado los principales debates en la Eurocámara, sobre todo en dos puntos: la libertad de expresión y la seguridad.

Muchos eurodiputados se han esforzado estos días en ser lo más políticamente correctos. Estamos ante un suceso en el que se requiere medir muy bien las palabras para no levantar polémicas. No obstante, los hay que sin ningún pudor dicen lo que realmente piensan (ver http://bit.ly/1ybVi6d): "El enemigo no está en Moscú, sino en las mezquitas de París y de Marsella. Lo que tenemos que hacer es derrotar el socialismo porque está arruinando la industria y atrae a los peores elementos con subsidios sociales. Tenemos que introducir la pena de muerte. No podemos ganar la batalla si ellos nos pueden matar y nosotros no lo podemos hacer. La Unión Europea tiene que ser destruida". Janusz Korwin-Mikke es el autor de estas lamentables palabras.

Al Presidente del Parlamento Europeo le han preguntado en una rueda de prensa su opinión sobre cuál es el límite para expresar la opinión que uno quiera (ver a partir del 28:10 en http://bit.ly/1KJjO1O): "Un eurodiputado está protegido en el Parlamento. No está sujeto al Código Penal, y en principio no se debería de abusar de este privilegio para incitar al odio, al antisemitismo y a la islamofobia, pero en el Parlamento hay diputados que de forman sistemática intentan provocar y sondean el terreno para ver hasta dónde pueden llegar. A mí entender no es nada fácil. Es contradictorio que el Parlamento Europeo defienda la libertad de expresión y luego ponga límites. Por lo general yo soy muy generoso, pero es obvio que lo que dijo esta persona deberá investigarse. Desde mi punto de vista el contenido de su mensaje es un caso para remitir a nuestros servicios médicos".

Si no está claro dónde se puede establecer el límite a la libertad de expresión, el tema de la seguridad parece más sencillo. La Presidencia de Turno de la UE, que este primer semestre de 2015 recae sobre Letonia, quiere hacer realidad la aprobación del llamado PNR (Passenger name record, registro de datos de pasajeros), siglas utilizadas para designar la información relativa a reservas de viajes. El PNR contiene todos los datos relacionados con la reserva (aérea, de hotel o alquiler de automóvil) de una persona. Francia, en boca del primer ministro Manuel Valls, considera que el PNR "tiene que ser imperativamente aprobado por el Parlamento Europeo", que "debe ayudarnos para vigilar los movimientos de sospechosos".

Los socialistas europeos en 2010 ya votamos en contra de esta normativa al considerar que invadía la intimidad personal de los ciudadanos, pero ahora mismo no existe una postura oficial sobre qué se votará cuando llegue el momento de decidir. A su vez, la primera ministra letona Laimdota Straujuma no ha descartado que durante estos próximas seis meses haya molificaciones en el Tratado de Schengenm y ha recordado que países como Bulgaria y Rumanía deben cumplir una serie de criterios para poder formar parte de él.


Bajo mi punto de vista sería inaceptable una rebaja en las libertades de los europeos, pero no confío en absoluto en un futuro abierto y libre. En España tenemos el ejemplo de la Ley Mordaza que el PP ha aprobado y no son pocas las noticias que salen de vez en cuando de españoles que están siendo expulsados de países de la UE. Es un grave error que vayamos hacia atrás.

Diego Valiño Sevas
Bruselas

lunes, 5 de enero de 2015

La mirada puesta en Grecia



La mirada puesta en Grecia


Mañana se retoma la actividad en el Parlamento Europeo tras el parón navideño. Las agendas previas a las vacaciones no recogían para enero ninguna convocatoria electoral (para este año, además de España, habrá comicios en Dinamarca, Estonia, Finlandia, Reino Unido, Polonia y Portugal), pero la decisión de Samarás de llamar a los griegos a las urnas el próximo domingo 25 (tras fracasar el nombramiento de Stavros Dimas como Presidente del país) ha modificado las prioridades en la capital comunitaria.

Además de Bruselas, Berlín será otro foco informativo a la hora de trasladar a los griegos mensajes con el objetivo de influir en el voto. Las encuestas dan como ganador a Αλέξης Τσίπρας (Alexis Tsipras), de ΣΥΡΙΖΑ (Syriza, que la traducción al castellano es ‘coalición de la izquierda radical’). Esto no ha sentado nada bien a los famosos mercados, que ya han intentado transmitir su total oposición a que este partido sea el vencedor con diferentes amenazas. A ello hay que sumar la filtración publicada en Der Spiegel por la que Merkel y su el ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ven viable una salida de Grecia del euro (aunque a fecha de hoy no hay una confirmación oficial por parte del Gobierno alemán de que esto vaya a suceder realmente). Otro hecho importante es que el Fondo Monetario Internacional ha decidido suspender su ‘ayuda’ a Grecia hasta la formación de un nuevo ejecutivo (avisando de que si el futuro Gobierno heleno decide suspender las políticas de austeridad no volverá a contar con la aportación económica de este organismo).

Inevitablemente, en España le vamos a dar una suprema importancia a estas elecciones por las coincidencias que Syriza tiene con Izquierda Unida y, sobre todo, con Podemos. Por varios dirigentes de ambos partidos ha salido ya que Grecia no es España (obviamente lo único que comparten es que ambos están en la UE, que forman parte de la zona Euro y que se encuentran en el sur, pero con lo demás estamos hablando de dos estados distintos), pero estoy convencido de que los medios de comunicación españoles no cesarán en crear paralelismos entre ambos lugares.

Lamentablemente no se espera absolutamente nada del ΠΑΣΟΚ (PASOK, ‘Movimiento Socialista Panhelénico’). Afectado cuando asumió el Gobierno de Grecia en 2009 por la falsedad de las cuentas que proporcionó Νέα Δημοκρατία (‘Nueva Democracia’, el partido hermano del Partido Popular en España) tuvo que dirigir un rescate que le ha llevado a su prácticamente extinción (y encima el que presidió aquel Gobierno [Yorgos Papandreu] formará un nuevo partido con el que rematará aún más al partido hermano del PSOE en Grecia).


Mi deseo personal es que los griegos decidan en libertad su futuro. Las políticas de austeridad no les ha servido para salir de la crisis (al revés, han empobrecido el país), y aunque el dinero es el que manda, ojalá el futuro les depare mejores condiciones para la vida de sus ciudadanos. De eso trata la política y, en particular, el socialismo. No hay nada mejor que recordar la definición que le escuché en tantos mítines a Alfonso Guerra: “Socialismo es que nadie tenga tanto como para hacer arrodillarse a otro ante él, ni que nadie tenga tan poco como para tener que arrodillarse ante los demás”. En otras palabras: Grecia no debe arrodillarse ante nadie, al igual que nadie debe arrodillar a los griegos. ¡Qué gane la democracia y lo que el pueblo heleno decida!

Diego Valiño Sevas
Bruselas