jueves, 19 de noviembre de 2015

ACTUALIDAD POLÍTICA




RAJOY Y EL PROBLEMA CATALÁN


Por Juan Manso García

Ante el problema catalán podemos decir lo del refrán: ¡Éramos pocos y parió la abuela!, es decir, tenemos pocas crisis (económica, política, europea, etc.) y surge la de los nacionalismos. El problema es complejo y hay múltiples factores que inciden en él. Uno de ellos lo expresó bien el rey en su discurso de la entrega de los Premios Princesa: “Que nadie construya muros con los sentimientos”. Efectivamente, si bien en política es necesaria alguna dosis de pasión (sentimientos), ésta debe estar siempre controlada por la razón, y en el tema de los nacionalismos ocurre al revés.

Dicho esto (y por lo que a nosotros nos incumbe más directamente por la proximidad de las elecciones), no podemos pasar por alto la nefasta política seguida por Rajoy en el conflicto catalán, hasta  el extremo de que es uno de los factores más determinante de la crisis (tras la errática política de Artur Mas). Y es que fue un discípulo aventajado (el maestro fue Aznar) en utilizar los problemas para hacer políticas partidistas. Tiene buenos antecedentes: la vergonzosa utilización de las víctimas de ETA; atribución a esa banda terrorista del atentado del 11-M, implicando, de paso, al PSOE; las mentiras sobre las armas de destrucción masiva en poder de Sadam Husein (por cierto, ¿pedirá Aznar perdón como hizo recientemente Blair?); utilización interesada de la jerarquía de la Iglesia, etcétera.

Los despropósitos de Rajoy en el problema catalán son bien conocidos: no sólo no tendió puentes con esa autonomía, sino que actuó de pirómano, llevando el Estatut a los tribunales, recogiendo firmas o promoviendo el boicot a los productos catalanes. Creo que éste es un factor importante a tener en cuenta a la hora de acercarnos a las urnas el próximo 20-D.


En Gijón,  a 13 de noviembre de 2015

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