CONFERENCIA POLÍTICA DEL
PSOE - OCTUBRE 2013
DIÁLOGO: CRECIMIENTO SOSTENIBLE Y CREACIÓN DE EMPLEO (I)
SALIR DE LA CRISIS GLOBAL
POR LA IZQUIERDA
(1/10) APORTACIÓN DE IZQUIERDA SOCIALISTA
- PSOE - MARZO 2013
1 1. LA CRISIS GLOBAL.
La poderosa minoría que
domina el mundo financiero, valiéndose de la desregulación de los mercados, ha
desencadenado la mayor crisis económico-financiera conocida desde la Gran
Depresión de 1929. Sus efectos están siendo devastadores; la crisis de liquidez
ha generado cierre de empresas, espectacular crecimiento del desempleo, aumento
de las desigualdades sociales e incremento de la pobreza. El capitalismo de
nuestros días, en su forma más agresiva y depredadora, el neoliberalismo, ha
sido el causante de tanto desastre. Increíblemente, las multimillonarias ayudas
públicas utilizadas para impedir el hundimiento del sistema financiero mundial
y el colapso de la economía real, no han servido para que los Estados
emprendieran las oportunas reformas que pudieran evitar, en el futuro,
desastres semejantes.
Esta crisis no es solo
económico-financiera sino medio-ambiental, social, política y en definitiva de
valores o de civilización. Sin encontrar un nuevo paradigma que sustituya al ya
viejo “productivismo”, mediante el que durante décadas se ha buscado la
prosperidad, será difícil vencerla. El binomio “crecimiento-bienestar” ha sido
superado por la realidad. Necesitamos un nuevo modelo que no deprede los
recursos del Planeta ni se sustente en la
sistemática explotación de las personas, pues las consecuencias a la
vista están.
Ya el 2007, algunas
cifras de la economía mundial anunciaban que íbamos por el mal camino. Baste
citar algunos ejemplos significativos: una escandalosa concentración de los
flujos del comercio internacional en los países más desarrollados en detrimento
de los más pobres e incluso de los emergentes; la enorme desproporción entre
las transacciones financieras y las de bienes y servicios (superiores a 10/1 a
favor de las primeras), provocando así ese enorme drenaje de recursos desde la
economía productiva a la especulativa; el creciente descenso de las rentas
salariales en la composición del PIB de los países desarrollados que
contrastaba con el progresivo aumento de las del capital en dicha composición
del producto bruto; o la escandalosa escalada de las cifras de la pobreza
(según NN.UU. más de 985 millones de pobres), datos sin duda premonitorios de
la eclosión producida en 2008.
La creciente
desregulación de los mercados, basada en el falso principio de que éstos se
auto-regulaban alcanzando así automáticamente el equilibrio, junto al opaco
drenaje de recursos hacia paraísos fiscales fruto del fraude y de la evasión
fiscal, o para refugiar en ellos los beneficios del negocio criminal, han
contribuido a que ésta globalización neoliberal, haya desorbitado hasta el
extremo la economía mundial, que en su afán especulativo ha sido capaz de poner
en peligro el ahorro de millones de ciudadanos al canalizarlos hacia
operaciones de altísimo riesgo. Priorizando la economía especulativa sobre la
productiva se generaron burbujas insostenibles cuya eclosión resultó
inevitable. Ahora quedan las consecuencias para las actuales y futuras
generaciones.
La política
democrática y socialista es la única capaz de sacarnos de esta insolidaria y
dañina “dictadura de los mercados”. Han de ser los poderes democráticos, quienes
impongan nuevas normas y refunden nuevos instrumentos (BM, OMC, FMI, NN.UU)
capaces de garantizar una gobernanza mundial puesta al servicio del desarrollo
de los pueblos, de la justa distribución de la riqueza y de la igualdad de
oportunidades para todos los países.
Es inadmisible que el
sector financiero siga insistiendo en la necesidad de aplicar reformas que
abaraten los costes salariales y restrinjan los gastos sociales, al tiempo que
mantiene casi cerrado el grifo del crédito y muestra sus reticencias a
cualquier medida de regulación que le afecte o que lo implique en políticas de
solidaridad, Y es sabido que sin crédito se complica la reactivación económica
al enfriar la demanda efectiva, amortiguando con ello el crecimiento y la
creación de empleo.
Estamos viviendo la
aplicación a escala nacional de las medidas impuestas por el neoliberalismo
global, sin haber articulado líneas de resistencia nacional e internacional.
Así, las medidas de ajuste aplicadas por la presión de los mercados, han sido
percibidas por amplios sectores de la ciudadanía como injustas por suponer un
reparto desequilibrado de las cargas, perjudicial para quienes no han sido
responsables de la crisis que padecemos. Pero además, han fortalecido el
predominio de las formaciones políticas de derecha y extrema derecha en toda la
U.E. y el mundo capitalista.
Estos días vemos cómo
en España se confrontan abiertamente dos dinámicas distintas, Una, es la de un
capitalismo en crisis, con consecuencias sociales devastadoras. La otra, es la
dinámica de un sistema democrático con reconocidas insuficiencias y con
innegable crisis de la representación política, lo que origina desapego de la
ciudadanía y, en sentido inverso, demandas de nuevos cauces de participación
democrática. Lo crítico de la situación es que la lógica económica apunta en
una dirección y la democrática en otra.
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