CONFERENCIA POLÍTICA DEL PSOE - Octubre 2013
DIÁLOGO: GANARSE OTRA DEMOCRACIA (V)
SALIR DE LA CRISIS GLOBAL POR LA IZQUIERDA
(4/10) APORTACIÓN DE IZQUIERDA SOCIALISTA - PSOE - JUNIO 2013
LA CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA EUROPEA SIGUE EN RETROCESO.
LA CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA EUROPEA SIGUE EN RETROCESO.
4. LA CONSTRUCCIÓN DEMOCRÁTICA EUROPEA SIGUE
EN RETROCESO.
Los gobiernos conservadores de Europa mantienen
con tenacidad su ideario neoliberal. Con sus decisiones y decretos están
sometiendo a sus ciudadanas y ciudadanos – especialmente a los de la periferia
europea – a durísimos “ajustes” con los que pretenden eliminar los déficits de
las cuentas públicas de sus estados por la única vía de reducción del gasto y
negando toda posibilidad a la implantación de políticas de estímulo al
crecimiento. Así solo se está logrando que las recesiones se eternicen y la
destrucción de empleo continúe. Lo más grave es que se escudan ante la opinión
pública afirmando lo que la realidad contradice: que no existe otra salida que
la de reducir los salarios, abordar “reformas estructurales” – que no son más
que contrarreformas que restringen derechos – y mantener una irracional
austeridad, cuya concreción se ceba en la progresiva destrucción de servicios
públicos esenciales (educación, sanidad, dependencia). El empobrecimiento
colectivo y la desigualdad social se acentúan de forma insoportable, al tiempo
que el enriquecimiento de una élite ha continuado su escalada.
Son las reglas de un juego infernal, impuesto por
la Comisión Europea de una Unión Monetaria excesivamente dependiente de la
influencia de Alemania. Los datos, además de desmentir que ésta sea la salida
de la crisis – más bien se profundiza en la recesión – avalan nuestro firme
rechazo a unas políticas que lejos de potenciar la cohesión social e
integración europea, siguen amenazando la supervivencia del euro, aceleran a un
tiempo la consolidación de la Europa a “dos velocidades” con más desigualdades
y aumentan el riesgo de “estallidos” sociales y de mayor desconfianza de la
ciudadanía en las instituciones democráticas.
Nos encontramos ante un círculo infernal que
conduce de la recesión al rescate o la intervención, del rescate a la reducción
del gasto público, de esa reducción a mayor recesión y más endeudamiento. Y
vuelta a empezar ¿con un nuevo rescate?: la democracia ha sido suplida por
imposición de políticas que empobrecen, que eliminan derechos, y que sangran
cruel e injustamente a la ciudadanía a
beneficio de inventario. ¿Es esta la solidaria Europa?.
Evidentemente, las fuerzas progresistas, los
socialdemócratas y los socialistas no han sabido reaccionar para defender llas
conquistas sociales que la clase obrera y sectores populares alcanzaron tras
décadas de lucha reivindicativa. Precisamente, para romper la espiral
regresiva, la Unión Europea lo que necesita es un proyecto coherente (y que sea
susceptible de adaptarse a las peculiaridades de cada país) de impulso a la
inversión productiva y el relanzamiento de la actividad, a la recuperación de
la industria manufacturera, del empleo y de la demanda y de aprovechar la I+D+i
para un nuevo modelo de crecimiento; así volvería a incrementarse el PIB y el
déficit público sería más sostenible.
La crisis
sigue estimulando los sentimientos nacionalistas e incluso en algunos países de
la Unión, también los xenófobos. En estos últimos meses, se han acentuado
considerablemente. Basta observar cómo han crecido las reticencias que algunos
países de la eurozona han manifestado ante las posibles – e incluso necesarias
– ayudas a socios en gravísimas dificultades. También ha comenzado a extenderse
entre la opinión pública de esos países, que la Europa del Sur no ha hecho más
que malgastar los recursos recibidos de los fondos comunes y de vivir por
encima de sus posibilidades. Olvidan un hecho incuestionable: que los países de
la periferia europea, también han ofrecido sus avales soberanos para la
formación de dicho fondo común.
Además, esa opinión que tan insolidariamente
esgrimen para justificar su oposición, es absolutamente equivocada y falsea las
causas del problema de la deuda y de la crisis, pues los déficits
presupuestarios, no vienen por la parte del incremento del gasto, sino por la
caída de los ingresos públicos como consecuencia de la recesión provocada,
precisamente, por esa irracional política de austeridad que imponen las
políticas conservadoras europeas.
Esa visión corto-placista – especialmente la de
Alemania – demuestra que existe más preocupación por el futuro electoral de
Angela Merkel que por la construcción de la EUROPA UNIDA. Es decir, sus
intereses nacionales prevalecen sobre el proyecto europeo, (o lo que aún sería
peor, el imposible afán por construir una Europa Alemana), aunque en ello vaya
implícita la inestabilidad de la moneda común. Es evidente que comportamientos
semejantes contribuyen a alimentar la incertidumbre en los mercados
financieros, perjudicando muy especialmente a los países más débiles de la
Eurozona.
En definitiva, se está poniendo en cuestión el
propio proyecto europeo, corolario natural de la actual estructura de la UE en
un momento de crisis. Por eso no debería aplazarse por más tiempo una
Conferencia Europea de los partidos socialdemócratas que cambie radicalmente
los supuestos de la actual UE, y que en sus resoluciones se expusiera con
claridad la “hoja de ruta” a seguir para alcanzar la Europa social y federal.
Solo desde la izquierda, la socialdemocracia y el
socialismo europeos, junto con las demás fuerzas progresistas serán capaces de
frenar tanta destrucción, romper la deriva hacia la quiebra de la UE e impulsar
los cambios para articular una auténtica cooperación y solidaridad, que nos
saquen (a los europeos/as) del actual marasmo económico, social y político;
convirtiéndonos en vanguardia del internacionalismo solidario, de la lucha
contra el hambre y la pobreza y en la exigencia de un nuevo orden mundial y de
una nueva gobernabilidad en la que prevalezcan realmente los Derechos Humanos.
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